viernes, 18 de febrero de 2011

Tipo de Cambio Real, Nominal y el Problema de China

En mi columna de esta semana en el Universal comentaba sobre la importancia de diferenciar entre el tipo de cambio real y el nominal lo que permite aclarar los alcances e implicaciones de la política monetaria.
Hoy publica David Altig en el blog Macroblog (Fed Atlanta) una buena nota sobre este tema pero relacionado a China a propósito de la reunión del G20 en París. Sabemos que China esta enfrentando crecientes presiones inflacionarias por lo que hoy decidió tomar nuevas acciones monetarias para tratar de enfrentar este problema. Pero éste se deriva no sólo del aumento de precios internacionales de alimentos, sino de sus acciones por afectar su tipo de cambio nominal para evitar que se aprecie. El punto es que el tipo de cambio real si aumenta, y la expansión monetaria para comprar dólares e influir en el yuan terminando provocando un impacto inflacionario.
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The real exchange ratewhich, in effect, measures the value in trade of Chinese goods and services for U.S. goods and servicesis rising and has been more or less continuously for some time. It is not so apparent that the real exchange rate is being systematically manipulated or controlled, and in fact there is good reason to claim that it is not (or at least not via monetary policy). Real exchange rates are about the demand and supply of real resourcesthings that are not over time controlled by manipulating the money supply

2 comentarios:

Daniel dijo...

Interesante la nota de Altig. Es claro que desde hace ya muchos meses es necesario que China flexibilice más su tipo de cambio. La economía mundial se está recuperando gradualmente y la recuperación y el alza de la economía china se han vuelto más sólidas con una estabilidad económica realzada.

También me parece interesante el hecho de que, a pesar de su tipo de cambio flexible, haya podido mantener durante los años pasados inflaciones negativas...

Anónimo dijo...

Yo también soy partidario de que China flexibilice su tipo de cambio. Las presiones inflacionarias, no necesariamente derivadas de la crisis alimentaria, están influenciadas en gran medida por el tipo de cambio en China. La autoridad monetaria de ése país se ha enfocado en mantener un bajo tipo de cambio para mantener atractivas sus exportaciones. No obstante, China se debe enfrentar a una disyuntiva: flexibilizar su tipo de cambio o sufrir las consecuencias económicas y políticas de la inflación. Me parece que la decisión más acertada, en todo caso, sería realizar ajustes en su política monetaria y frenar las alzas en los precios. Mantener un tipo de cambio bajo será insostenible y contraproducente para el crecimiento de la principal potencia oriental en un futuro. JAVIER VILLALBA